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Genealogía de Micro-dispositivos Urbanos

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MA Social & Cultural Anthropology

UCM

2011

With Candela Morado Castresana

Por qué un estudio de los proyectos ciudadanos emergentes

Madrid en la última década ha sufrido profundas transformaciones en las esferas social, económica y espacial. Primero, por la burbuja inmobiliaria, más tarde, por las fuertes tensiones políticas que dieron lugar a las medidas de austeridad o a la eclosión del 15M.

En este contexto de inestabilidad, vemos como cada vez son más los proyectos que afloran promovidos por iniciativas ciudadanas desde los vecinos del barrio. En una situación de descrédito político, de escándalos inmobiliarios, de falta de presupuesto social y de mala gestión de lo público en general, parece que se agotan los argumentos para frenar iniciativas que intentan dar una alternativa desde la ciudadanía a espacios en desuso o abandonados por las administraciones.

¿Cuáles son los procesos y herramientas que están poniendo en práctica los vecinos en estos espacios? ¿Cómo se reflejan estas experimentaciones en el espacio?

¿Cómo dialoga lo doméstico en lo colectivo?¿Es posible hacer política a través de lo cotidiano o lo doméstico? ¿Qué nuevos formatos de hacer política se están gestando?

¿En qué medida estos proyectos modifican la agenda política y sientan precedentes? ¿son sólo espacios utópicos o anécdota en la ciudad?

¿Cómo se reelabora la definición de espacio urbano?

La pertinencia de una perspectiva antropológica

La antropología utiliza como método de investigación por excelencia la etnografía, estudio que coloca al investigador en una posición de observador-participante dentro del grupo de estudio, permitiendo un análisis cualitativo comprometido de los hechos sociales y una interpretación situada de los mismos.

El conocimiento etnográfico nos facilita a arquitectos y arquitectas una comprensión de la realidad social desde una perspectiva que enriquece e intensifica los discursos y relatos sobre las propias formas de producción y reproducción de nuestra sociedad. En la situación actual, el acercamiento a los agentes sociales y sus problemáticas ciudadanas parece casi ineludible si queremos sumarnos a los procesos de cambio y transformación urbanos que ya están en marcha.

La geneaología como herramienta de análisis y comunicación

Nuestro objetivo principal en este estudio es contribuir al análisis crítico de las dinámicas de construcción y reconstrucción de discursos y prácticas que operan en la ciudad de Madrid, a partir de la elaboración de una genealogía de micro-dispositivos urbanos.

La genealogía es para nosotras una herramienta para decodificar, para tratar la complejidad existente en los procesos urbanos y procesarla gráficamente, en un intento de acercarla y hacerla más comprensible.

Tomamos cada micro-dispositivo urbano como caso de estudio etnográfico y arquitectónico. Describimos cómo están construidos, quienes intervinieron en su construcción, qué vidas y usos han tenido y cuáles podrían tener. Así vamos confeccionando una genealogía que los pone en relación, fomentando el análisis y la búsqueda de conexiones de procesos que han activado y que siguen promoviendo.

Hipótesis de trabajo

Como punto de partida establecemos las siguientes hipótesis de trabajo que irán complejizándose y abriendo nuevas preguntas en el transcurso de la investigación: la existencia de tres campos de prácticas relacionados y heterogéneos, que hemos categorizado como gestión, construcción y difusión. Hemos podido observar que en torno a estos dispositivos surgen procesos de experimentación y de gestión ciudadana, de redefinición del espacio público y privado, procesos de apropiación del espacio, procesos de resistencia a la mercantilización y privatización, procesos de empoderamiento ciudadano,... En todos ellos se activan los distintas prácticas y discursos que los agentes construyen y reconstruyen de manera continua.

De "politicas", "transferencias del conocimiento" y "sostenibilidades"

En los tres campos de prácticas se activan discursos que hacen referencia a la sostenibilidad, a la política y a la transferencia del conocimiento. Estas categorías aparecen con distintas formas, significados y usos dependiendo del escenario socio-temporal, articulando las propias prácticas y llenándolas de contenido y de valor. Por ello, sería más preciso hablar de “sostenibilidades”, “políticas” y “transferencias del conocimiento”, y tomarlas como representaciones o imágenes colectivas en construcción de los agentes implicados.

Las políticas están presentes en estos lugares, de manera más o menos implícita, en todas las prácticas y discursos. Se busca la experimentación con nuevas prácticas de autonomía, de base abierta y participada, que se apoyan en la creatividad e incertidumbre de los nuevos procesos para desplegar reglas de juego diferentes de las que se nos imponen. Desde una doble perspectiva de autogestión y desmercantilización del espacio urbano, se generan nuevas estructuras para el ejercicio crítico.

Cabe puntualizar el cambio en el posicionamiento con respecto a la Administración. Hemos podido observar cómo se deja atrás el antagonismo propio de los “okupas tradicionales” para ensayar nuevas fórmulas que podemos llamar de “gestión mixta”, en las que no se niegan las estructuras tradicionales, si no que entienden estos procesos urbanos como una oportunidad para cambiar “desde abajo” las políticas públicas urbanas (urbanismo bottom-up), propiciando nuevos roles y sinergias entre vecinos, colectivos y Administración.

Encontramos en estos espacios un despliegue de infraestructura física autoconstruida, posibilitadora y activadora de prácticas emergentes. Utilizando la jerga habitual en la cultura digital, se conciben estas iniciativas como prototipos replicables, de diseño open source y, por lo tanto, fácilmente transferibles a otros lugares mediante la construcción de estrategias de generación de redes tanto a nivel barrial como suprabarrial, así como estrategias de visibilidad y transparencia de los procesos. Un buen ejemplo es RehdMad (Red de Huertos Urbanos Comunitarios de Madrid) que ha recibido el reconocimiento de Buenas Prácticas Europeas 2012. La red sirve de conector entre distintas iniciativas y en su plataforma web podemos encontrar desde información sobre plantaciones o construcción de composteras, hasta protocolos de actuación para crear un huerto urbano comunitario con claves para actuar en la maraña administrativa.

Por último, los discursos sobre sostenibilidad se activan de manera transversal y traspasan las actividades del propio proyecto, expandiéndose hacia ámbitos externos y hacia otros agentes como son la Administración, el barrio, los medios de comunicación, los “usuarios potenciales”, y el espacio doméstico.

La sostenibilidad se utiliza como instrumento para la organización interna, constituyéndose como un marco de referencia “inestable” que sirve al grupo en la toma de decisiones de carácter práctico, como la gestión de los recursos, la aprobación de propuestas de construcción en el espacio o la definición de las formas de consumo dentro del mismo.

Pero la sostenibilidad es también, un espacio que legitima la experimentación e introduce un “valor añadido” en la práctica constructiva, una estrategia de búsqueda de legitimidad en el exterior, una herramienta política y un mecanismo de regulación del acceso al espacio. La sostenibilidad es, según hemos presentado, un discurso y una imagen de usos múltiples inserta en unas dinámicas de auto-resignificación.

Por una transformación urbana sostenible

Entendemos que estas iniciativas son una oportunidad para imaginar y practicar activamente la ciudad, están contribuyendo a convertir la crisis en una oportunidad para repensar, para demandar nuevas formas de acometer los problemas urbanos, nuevas formas de ejercer nuestro derecho a la ciudad.

Estas plazas contrastan con las de diseño impuesto y especulativo, donde se inaugura un espacio público “listo para usar”. Por el contrario, los agentes en estos espacios están llenando de contenido y significado sus prácticas y, mediante estrategias de difusión y legitimación, desarrollan experiencias que evocan una alternativa al “modelo urbano tradicional”, un modelo urbano abierto, más sostenible y sensible al entorno social donde se inserta.

La situación actual de crisis en la que nos vemos inmersos nos muestra con elocuencia la insensatez de una concepción de la arquitectura y el urbanismo basados en grandes proyectos urbanos, en edificios icónicos diseñados por arquitectos estrella y, en suma, en una lógica insostenible de construcción y crecimiento ad infinitum. El urbanismo que viene pasa por la reconstrucción y reapropiación de lo común, lo que es de todos, pero también de lo más próximo y cotidiano.

La ciudad de Madrid está en efervescencia, reflexiona e imagina nuevas formas de vivirse. Este contexto nos ofrece a arquitectas y arquitectos la oportunidad de tomar parte en esta transformación a partir de una redefinición de nuestra práctica que pasa por un necesario conocimiento y compromiso con los fenómenos y procesos urbanos en curso.

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